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Europa en crisis: El precio del nuevo modelo


DE LA SOCIALDEMOCRACIA AL NEOLIBERALISMO, CÓMO SE TRANSFORMÓ LA UNIÓN EUROPEA.

Publicado en Revista Noticias Por Alba Pérez Rojo @TheAlbaRojo 10 de abril de 2015


Cuenta la mitología griega que Europa fue una joven fenicia de la que Zeus se encaprichó. El Rey de los Dioses, acostumbrado a obtener lo que quería, ideó un plan para secuestrar a la muchacha: se transformó en un toro blanco y se mezcló con las reses del padre de la joven. Ella, al creerlo manso, se montó sobre su lomo. Zeus aprovechó la oportunidad y se precipitó hacia el mar con Europa a cuestas hasta llegar a la isla de Creta. Más tarde, la muchacha se convertiría en la primera reina de Creta y daría su nombre al continente.Hoy, la vieja Europa se halla de nuevo atrapada en su propia trampa. Ha sido raptada, ya no por Zeus, sino por las secuelas de la era del neoliberalismo; algo que no la convierte exactamente en una monarca, como en su versión mítica. Desregulación financiera, endeudamiento público, ausencia de una política fiscal uniforme y un temor reverencial a la inflación son los instrumentos con los que la batuta de hierro de Angela Merkel dirige sus movimientos bajo los acordes que han atrapado al continente con los mandatos del neoliberalismo. Así lo asegura Jorge Argüello, embajador argentino en Portugal, ex embajador en Estados Unidos y ex representante de Argentina en la ONU, autor del libro “Diálogos sobre Europa”.


DE FELIPE A ÁNGELA. Poco queda de la Europa socialdemócrata que el 7 de febrero de 1992 firmara el Tratado de Maastricht, el sustrato político del Viejo Continente con los Fondos de Cohesión propuestos por Felipe González –entonces presidente español– por bandera. Una promesa de esperanza en la que los países ricos ayudarían a los más pobres a través del apoyo a la inversión y a la creación de empleo. Como consecuencia, se tejerían nuevas redes de comercio interno y una Europa homogeneizada se plantaría reforzada frente al exterior. Pero en los últimos años, el neoliberalismo ha sacado su artillería pesada para aplacar el espíritu del Tratado de Maastricht. Del Estado del Bienestar al sálvese quien pueda. De la Europa solidaria a una Europa de ganadores y perdedores. En medio del naufragio tras la crisis del 2008, los países más fuertes se quedaron con los restos. Y no les tiembla el pulso para, entre un manotazo y otro, sumergir cabezas ajenas en su lucha por mantenerse a flote. Aldo Ferrer, ex embajador de Argentina en Francia, ex ministro de Economía y Hacienda y ex presidente del Banco de la Provincia de Buenos Aires, explica el proceso de transición que atravesó la Unión Europea desde su creación: “Desde su núcleo original, se fue incorporando al espacio el subdesarrollo relativo de países como Grecia. Surgieron fuertes desequilibrios hasta llegar a la situación actual, que revela los costos de ceder soberanía en un espacio multinacional con distintos niveles de desarrollo y por lo tanto diversas potencialidades”. Para Ferrer, que considera que las enseñanzas de esta experiencia son clave para la integración latinoamericana, el hipocentro del terremoto europeo es ideológico: “Se gestionó ese espacio con ideas neoliberales, lo que implica la falta de solidaridad interna y es lo que ha estallado hoy en la Unión Europea, imponiéndoles un costo a los países de menor desarrollo relativo, provocando una Unión subordinada a los criterios de los mercados y a la especulación financiera, generando tensiones extremadamente severas con costos sociales muy grandes y la emergencia cada vez mayor de resistencias políticas. La socialdemocracia original, que tenía que buscar un espacio de solidaridad e integración, se subordinó al planteo neoliberal y terminó siendo arrastrada por él”. Por su parte, Argüello equipara los mecanismos impuestos dentro de las aparentemente diluidas fronteras europeas con los Planes de Ajuste Estructural que los organismos financieros internacionales han impuesto tradicionalmente a países en vías de desarrollo: “Europa inventó un tigre vegetariano. A diferencia de la Reserva Federal de Estados Unidos o el Banco de Inglaterra, el Banco Central Europeo no supo enfrentar la crisis. La desregularización financiera ganó la batalla y las deudas privadas se contrajeron de un modo caótico y desordenado. Llegó un momento en que el Estado tuvo que asumir la deuda privada y se endeudó públicamente. De ahí vienen los rescates, con una receta que en América Latina conocemos: las condicionalidades”.

AJUSTADÍSIMOS. Estos planes económicos, que plantean condiciones de pago casi imposibles con consecuencias demoledoras para el Estado deudor, se caracterizaban por una reducción del gasto público y un aumento de la recaudación fiscal. En uno de los capítulos de su “Diálogos sobre Europa”, el embajador realiza un ejercicio comparativo en torno al concepto Centro-Periferia que la Escuela Estructuralista Latinoamericana creara en los ’50. Su conclusión: hoy, dentro de las fronteras europeas, se reproducen las constantes Centro-Periferia que antaño protagonizaras Europa, Estados Unidos y Japón con respecto al resto del mundo. “En este momento la deuda externa de Grecia supone el 177% del PBI de ese país, la deuda de Portugal, el 130% del PBI de Portugal, la deuda de España pasó el año pasado el billón de euros, estamos hablando del 100% del PBI, van a hacer falta muchas generaciones, mucho esfuerzo, mucha imaginación para remontar una situación como esa”, advierte el embajador. Achaca también parte de la responsabilidad de los males de Europa a la ausencia de una política fiscal uniforme y al temor reverencial a la inflación germana. En este sentido, recientemente el BCE, de la mano de Mario Draghi, decidió destinar fondos a relanzar la economía. Argüello pronostica sus resultados: “Se trata de 60.000 millones de euros por mes durante el próximo año y medio que generarán inflación y devaluarán la moneda, pero que generarán el movimiento que necesita la recuperación económica de la región. Es una reacción positiva, pero tardía”.


Pedro Brieger, periodista y analista en política internacional, también cuestiona la orientación de la política económica de la Unión y niega la inevitabilidad de la aplicación de los ajustes: “Cuando los responsables de los organismos internacionales europeos le dicen a Alexis Tsipras, primer ministro griego, que el ajuste es inevitable, no solo no lo es, sino que están mintiendo respecto a las consecuencias de las políticas que llevan adelante. Sabían del costo social que acarreaban sus ajustes en países como Grecia, Portugal, España o Italia, lo que creían es que no iba a haber una respuesta”. Pero la hubo y, según afirma el analista internacional, la mayoría de los líderes europeos del viejo sistema político no quieren mirar de frente a un sentimiento popular que está planteando alternativas. Europa atraviesa una crisis de representatividad de los partidos políticos históricos plasmada en la aparición de nuevas estructuras políticas que están rompiendo con el bipartidismo clásico que fundó la Unión Europea, el partido socialdemócrata y el demócrata cristiano.

NUEVA IZQUIERDA. “Cuando uno ve la irrupción del nuevo fenómeno de Podemos que se plantea ganar unas elecciones, está presenciando la irrupción de nuevas formas de hacer política que la mayoría no termina de entender. El mundo ha cambiado, y comprenderlo significa que ellos van a terminar en el basurero de la historia”, advierte Brieger, que continúa: “En el caso español, Partido Popular y PSOE no entienden dónde está la magia de Pablo Iglesias y su gente, que rondan los cuarenta años; está en el discurso, hay algo que están planteando que interpela a las nuevas generaciones”. Jorge Elías, director de elinterin.com y ex columnista de Fox News Latino, también se refiere a una ruptura de sistemas, y asegura que los nuevos partidos políticos como Syriza –Coalición de la Izquierda Radical– en Grecia o Podemos en España “no quieren voltear a la Unión Europea, sino mejorarla, apelan a un cambio dentro de las instituciones. Hoy hay una encrucijada entre sumisión o rebelión, que no es revolución. Europa atraviesa un momento delicado, el año pasado hubo elecciones, donde hubo mucha apatía y descontento, apareció la xenofobia, está el problema del terrorismo latente, un país casi en guerra como es el caso de Ucrania? pero a pesar de la apatía, del descontento, del malestar, la gente vota por las instituciones”. El embajador Argüello, por su parte, asegura que agrupaciones como Syriza, que aboga por un “New Deal” Europeo, y Podemos, que llama a la pérdida del favor de los bancos en pro del elemento social, han sido capaces de generar una gran expectativa y que son portadores de consignas que representan a bastos sectores de la sociedad europea. Pero se muestra cauto: “Hay que ver al rengo caminar. Ahora, tendrán que demostrar si son capaces de gobernar”. Si en el futuro se podrá atribuir a estas nuevas formaciones políticas el rescate de la mancillada bandera de la solidaridad que dio origen a la Unión Europea, el tiempo lo dirá.

ANÁLISIS A FONDO En sus “Diálogos sobre Europa”, el ex embajador Jorge Argüello desmenuza la historia de la Unión Europea como una forma de entender la crisis aún vigente y el surgimiento de nuevas corrientes políticas de izquierda que podrían torcer el rumbo.

ALDO FERRER Ex diplomático “Desde el núcleo original de la Unión Europea se fue incorporando al espacio el subdesarrollo relativo de países como Grecia. Surgieron desequilibrios”.


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