The G-20 summits represent a unique opportunity to include new topics and chapters on the international agenda to face the great challenges of politics and international economy.
Argentina will chair the G-20 next year and will host the most important highest-level event in international affairs.
Therefor, there will be an exceptional opportunity to move forward with an agenda that focuses more on issues of priority concern to emerging countries.
For that reason it is necessary to start working right away. First, a close coordination between the three G-20 Latin American countries members is necessary: Argentina, Brazil and Mexico. There are common interests linked to broader the G-20 agenda on key issues. Among them, the implementation of global strategies to stimulate development with equity, the need for emerging countries to have greater weight in multilateral organizations, the promotion of quality employment and the promotion of further investment in education, health and housing.
From Fundación Embajada Abierta we have launched a G-20 Observatory that aims to encourage the discussion and analysis on the agenda that this forum will face in the coming years. The international scenario has become more complex and the Latin American countries will have to exert efforts to promote a common agenda in order to reduce the historical disadvantage that their voices and positions have had with respect to the central countries.
To this end, the G-20 Embajada Abierta Observatory will carry out, in a sustained manner, in the coming months a series of meetings, seminars and workshops aimed at enriching the debate towards an international agenda increasingly focused on solving the real problems that affect societies.
The aftermath of the economic crisis that plunged the world into a long recessive period are still present. The need to coordinate policies that move beyond from the demand for austerity programs and promotes greater growth, creation of quality jobs, a fairer global trade and, in the end, greater social inclusion demand reflection, debate and action.
OBSERVATORIO ARGENTINO DEL G-20: UN OBSERVATORIO PARA IMPULSAR UNA AGENDA LATINOAMERICANA EN EL GRUPO DE LOS 20
Las cumbres del Grupo de los 20 constituyen un evento incomparable para incluir nuevos ejes o capítulos que permitan enfrentar los grandes desafíos de política y economía internacional.
La Argentina ejercerá el año próximo la presidencia del G-20 y en consecuencia será sede de uno de los eventos de mayor nivel y exposición a nivel global.
Habrá así una oportunidad excepcional para avanzar con una agenda que se enfoque con mayor énfasis en asuntos de interés prioritario para los países emergentes.
Pero hay que comenzar a trabajar de inmediato. Para ello es necesaria, en primer lugar, una estrecha coordinación entre los tres países de América Latina que integran el G-20: Argentina, Brasil y México. Existen intereses comunes vinculados con la ampliación de la agenda del G-20 en temas fundamentales. Entre ellos, la instrumentación de estrategias globales para estimular el desarrollo con equidad, la necesidad de que los países emergentes cuenten con mayor peso en los organismos multilaterales, la promoción del empleo de calidad y el impulso a una amplia inversión en educación, salud y vivienda.
Desde la Fundación Embajada Abierta hemos puesto en marcha un Observatorio G-20 que se propone alentar la discusión y el análisis sobre la agenda que este foro deberá encarar en los próximos años. El escenario internacional se ha tornado más complejo y los países latinoamericanos tendrán que extremar esfuerzos para impulsar una agenda común que permita reducir la histórica desventaja que sus voces y sus posturas han tenido respecto de los países centrales.
Con este objetivo, el Observatorio G-20 de Embajada Abierta realizará de manera sostenida en los próximos meses diversos encuentros, seminarios y jornadas orientados a enriquecer el debate hacia una agenda internacional cada vez más centrada en la resolución de los grandes problemas reales que afectan a las sociedades.
Las secuelas de la crisis económica que hundió al mundo en un largo período recesivo aún están presentes. La necesidad de coordinar políticas que se alejen de la rutinaria exigencia de austeridad y que promuevan mayor crecimiento, creación de empleos de calidad, un comercio global más justo y en definitiva mayor inclusión social, demanda reflexión, debates y acción.