Figuras del mundo diplomático, político, y académico expusieron sobre el presente y futuro de las ciudades en el contexto de la globalización, durante la jornada “La Agenda del G20 desde una perspectiva urbana”, organizado el 24 de septiembre pasado por la Fundación Embajada Abierta, junto con la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) y la Editorial Perfil, en la sede de esa alta casa de estudios de la Ciudad de Buenos Aires.
El evento fue abierto por el vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, y Carlos San Millán, del Consejo de Administración de la UADE, y presentado por el presidente de la Fundación Embajada Abierta y director de la Licenciatura en Gobierno y Relaciones Internacionales de la UADE, Jorge Argüello, a quienes siguieron tres paneles que se desarrollaron ante una poblada concurrencia de estudiantes y público en general.
En la apertura, Santilli destacó la condición de Buenos Aires como sede de la cumbre de líderes del Grupo de los 20 (G20), del 30 de noviembre al 1 de diciembre, así como de la reunión del grupo de afinidad Urban 20 (29 y 30 de octubre), y graficó la importancia de las ciudades en la gobernanza mundial en el hecho de que, para 2050, dos tercios de la población mundial serán urbanos.
Luego, al presentar el primer panel, sobre “El Rol de las Ciudades en la Discusión Global”, Argüello destacó la importancia histórica de la próxima cumbre del G20 en Buenos Aires, una oportunidad inédita para el país, explicó, en la que los principales veinte líderes del mundo estarán reunidos en nuestro país al mismo tiempo y en un mismo escenario.
Precisamente, en su exposición, el sherpa argentino del G20, el embajador Pedro Villagra Delgado, valoró la “templanza y voluntad política” inicial de Argentina de aceptar la presidencia y la organización de la cumbre del G20, al que definió como “un mecanismo de crisis”, en el que las ciudades, a través del grupo de afinidad Urban 20, “deben aprovechar para construir consenso sobre el desarrollo sostenible”.
Villagra Delgado estableció una correlación de los temas principales de la cumbre del G20 con los de Urban 20, como inversiones en infraestructura y empleo, y recordó que mientras en los años 80 la agenda del desarrollo se aplicaba a regiones como América Latina, África y Asia y a sus ciudades, hoy hay países desarrollados con áreas urbanas en las que cabe aplicar todos los puntos de la Agenda 2030.
También intervinieron el Secretario General y de Relaciones Internacionales del gobierno porteño, Fernando Straface, y el subsecretario de Relaciones Municipales del gobierno nacional, Lucas Delfino, quienes explicaron la importancia incluir en la agenda del Urban 20 temas como inmigración, integración social, cambio climático y género, y el hecho político determinante de que Argentina tenga casi el 90 por ciento de su población urbana.
En el segundo panel, sobre los “Retos para el desarrollo urbano en América Latina”, coordinado por el director de la carrera de Arquitectura de la UADE, Roberto Converti, intervinieron el director de Proyectos de Desarrollo Social porteño, Pablo López, y dos destacados expertos de las principales fuentes de financiación de infraestructuras urbanas, como el Banco Mundial, el Banco Interamericano (BID).
Según López, América Latina es un caso especial porque tiene la segunda tasa más alta de urbanización, después de América del Norte, pero al mismo tiempo “hace posible pensar el desarrollo desde las ciudades, pese a la exclusión social y el bajo nivel de productividad que exhiben”, aunque reconoció que”hay poca evidencia empírica de lo que funciona”, y citó el problema de los asentamientos (donde viven 150 millones de personas en la región).
La experta Francisca Rojas, del BID, definió a su entidad como un “banco urbano” que contribuye al desarrollo principalmente a través de las ciudades, y mencionó el antecedente del Programa de Mejoramiento de Barrios (PROMEBA), que lleva dos décadas, aunque hizo hincapié en que “lo principal es entender que no sólo son obras, sino acciones de desarrollo económico y social”, en una región que “tiene como patrón la falta de planificación”.
Por su parte, el representante del BM en Argentina, Jesko Hentschel, citó un estudio reciente del banco sobre productividad que concluyó que falta mucho por hacer en las grandes ciudades de América Latina, pero recogió un concepto vertido en la jornada por Argüello y aseguró que la manera de superar los problemas es “con talento”.
Para el BM, explicó Hetschel, lo más importante ahora es la recuperación del “intercambio social” que proponen las urbes, como alternativa “a la congestión, la polución y la violencia”, y que para afrontar los principales retos, como la gobernanza local de problemas globales, “hay que ver a las ciudades desde los ojos de los más vulnerables”.
En el último panel, “Visión urbana: integración social e infraestructura para el desarrollo”, los intendentes de las ciudades de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, y Bariloche (Río Negro), Gustavo Genusso, expusieron los principales problemas y proyectos de sus comunidades.
Para Valenzuela, que gobierna a unos 400 mil vecinos en el oeste del Gran Buenos Aires, “ el municipio está en la base de la política y de la gestión pública”, pero sus gobernantes tienen que tratar de responder a “demandas infinitas con competencias y recursos finitos”, y en ese sentido citó a Juan B. Alberdi, cuando dijo que en la estructura institucional argentina “a las ciudades se les da una espada de palo” para resolver sus problemas.
Genusso aludió al “mundo real” de una ciudad alejada de Buenos Aires, que en el caso de Bariloche tiene sólo 16 habitantes por hectárea, y dio como ejemplo de las distorsiones inmobiliarias que sufren las urbes el hecho de que la suya haya sido planificada con una cuadrícula sin relación con las formas naturales de una geografía irregular.
Aunque el desafío de una ciudad actual es abordar una buena planificación, y las urgencias políticas no se condicen con ella, dijo, “la vuelta que le encontramos es la participación de la ciudadanía, que trasciende al político” que decide sobre un proyecto en particular, y destacó como meta de gestión que “el vecino haga todas sus actividades del día caminando”.
El evento fue cerrado por Agustino Fontevecchia, ejecutivo de la Editorial Perfil, quien valoró los esfuerzos de las ciudades que tratan de reducir la concentración de población y, al mismo tiempo, amplían las posibilidades de inclusión social.