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Q&A: Elecciones en EE.UU.



¿Qué se vota este 6 de noviembre en Estados Unidos?

Al menos 160 millones ciudadanos estadounidenses acudirán el martes 6 de noviembre a las urnas en comicios de medio término para renovar toda la Cámara de Representantes y un tercio del Senado, ambos controlados por el Partido Republicano del presidente Donald J. Trump, además de tres cuartas partes de los gobernadores del país.


¿Qué impacto puede tener el resultado de esta elección?

El resultado de estos comicios puede condicionar los dos años restantes de la actual presidencia de Trump, quien gobernó hasta ahora con una mayoría republicana que le permitió, entre otras cosas, aprobar una profunda reforma impositiva que favoreció a los sectores más ricos y nombrar a dos nueves jueces de la Corte Suprema y asegurar la mayoría conservadora del máximo tribunal por mucho tiempo.

El control demócrata de alguna de las dos cámaras bloquearía, para empezar, la agenda más conflictiva de Trump. Los demócratas, en caso de imponerse entre los Representantes, ya alistan una agenda que incluye la financiación de las campañas electorales y el acceso a los servicios de salud restringido por las primeras reformas de la Administración Trump.

Una “ola azul” de los demócratas, más probable en la cámara baja que en el Senado (donde tienen dos bancas menos -49 contra 51 republicanas- pero renuevan la mayoría en juego), allanaría también el camino a pedidos de “impeachment” o juicio político a Trump, por irregularidades vinculadas con el pago de impuestos y la organización de su campaña de 2016, incluida la injerencia de Rusia y sus relaciones con el entorno del entonces candidato.


En estos comicios, los republicanos perderán su líder en el Senado, Paul Ryan, de 48 años, un dirigente conservador de Wisconsin distanciado de Trump que sin embargo lideró la aprobación de la baja de impuestos con la que empezó la actual Administración en 2017. El favorito para reemplazarlo como líder de la mayoría es el senador Kevin McCarthy.

A su vez, de los resultados pueden ir emergiendo varios de los potenciales candidatos presidenciales demócratas para los comicios de 2020, para los que ya se perfilan varias mujeres, entre ellas Elizabeth Warren, candidata a renovar su banca de senadora por el estado de Massachusetts, y la propia Hillary Clinton.

¿En qué contexto votarán los estadounidenses?

Por un lado, la realidad estadounidense está determinada en esta elección por una prosperidad macroeconómica que hace olvidar la grave crisis de 2008. Diez años después, la economía crece a un ritmo de anualizado de más de 4% y funciona casi con pleno empleo (3,7% de desocupación, la tasa más baja desde 1969).

Pero, simultáneamente, el país está inmerso en agrios debates sobre la tolerancia y la inmigración, que polarizan crecientemente a la sociedad norteamericana, sacudida por recientes masacres antisemitas y el envío de cartas bombas a líderes de la oposición y periodistas críticos de Trump, un clima de división agudizado por el propio presidente.

Pocos días antes de los comicios, Trump anunció su decisión de emitir una orden ejecutiva, o decreto, por la cual desconocer la ciudadanía a los hijos de inmigrantes nacidos en el país, lo que desafía a la 14ta enmienda de la Constitución aprobada en 1869 y ha sido considerada una violación lisa y llana de la carta magna por la mayoría de los juristas.

A eso se suma en el envío de 5 mil tropas para contener la marcha de inmigrantes que avanza desde América Central hacia Estados Unidos, cruzando México. Desde que inició la Administración Trump, unos 400 mil mexicanos han sido deportados a su país de origen.

En el frente externo, la Administración Trump ha desplegado una agresiva estrategia proteccionista que desató una guerra comercial con China, que alcanzó también parcialmente a la Unión Europea (UE) y llevó a renegociar por separado los términos del NAFTA o TLC con México, primero, y Canadá después. Washington también se retiró del Acuerdo París contra el cambio climático y denunció un pacto de desarme nuclear de 1987 con Moscú, si bien intervino activamente en el reciente acercamiento de las dos Coreas.

¿Cómo puede influir la participación electoral?

En Estados Unidos, votar no es obligatorio y para hacerlo, además, hay que registrarse previamente. Desde 2008, cuando ganó la presidencia el demócrata Barack Obama, la participación electoral ha ido cayendo del 64% del total del padrón de ciudadanos habilitados a menos del 56% en 2016, cuando votaron 157 millones de votantes registrados de los 245 millones que podían haberlo hecho en total.

Como antecedente inmediato, casi una quinta parte (19.6%) de los votantes registrados, unos 36,7 millones, votaron en las primarias de este 2018 para elegir candidatos, casi 56% más que en 2014, cuando fue de 13,7% de los votantes registrados, y esta vez con más afluencia en las internas demócratas (casi el doble de hace cuatro años, de 10,7 millones a 20,4 millones).

¿Cuál es el perfil de los candidatos al Congreso?

Entre el total de candidatos a representantes, senadores y gobernadores, se cuentan 410 mujeres, miembros de distintas etnias y de la comunidad LGBT, que conforman el abanico más diverso que hayan tenido unas elecciones estadounidenses. De los 964 candidatos, 272 serán mujeres, 215 afroamericanos, latinos, asiático-americanos y afroamericanos, multirraciales y aborígenes. Otros 26 se presentan como gays, lesbianas, bisexuales o trans. En cambio, sólo 58% del total serán blancos, el porcentaje más bajo en los últimos cuatro comicios.

¿Cómo pesa el voto latino?

Hay más de 29 millones de votantes latinos inscritos, el 13% del total del electorado (en estados como California y Texas superan el 30%). Más de la mitad (58%) son de origen mexicano y el 60% tiene menos de 45 años. En 1998 eran sólo 12,4 millones. Desde las últimas elecciones de 2016, dos millones más han sido habilitados para votar debido a que alcanzaron la mayoría de edad.

¿Cómo se renueva la cámara baja?

Los votantes elegirán bajo su tradicional sistema uninominal por distrito (no por listas partidarias) a la totalidad de las 435 bancas de la Cámara de Representantes de los 50 estados, por dos años, hasta la próxima elección presidencial de 2020.

¿Cómo se renueva la cámara alta?

Esta elección pondrá en juego un tercio de las bancas del Senado, 35 del total de las 100 de la cámara, y por los siguientes seis años. Este año, Minnesota y Mississippi eligen excepcionalmente cada uno sus dos senadores, por sendas renuncias.

¿Cuántas gobernaciones se deciden?

En este 2018, se renovarán 39 de las 50 gobernaciones de todo el país, para un mandato de cuatro años cada una.

¿Cómo se integra ahora la Cámara de Representantes?

El Partido Republicano ostenta la mayoría en la cámara baja desde las elecciones de 2016, cuando Donald J. Trump conquistó la presidencia del país, con 241 representantes contra sólo 194 demócratas.

Según los sondeos previos, los demócratas se impondrán en 201 distritos y los republicanos en otros 191. De los 43 en disputa, los republicanos arriesgan 41 y los demócratas sólo dos, lo cual hace posible que los demócratas reconquisten el control de la cámara.

¿Cómo se conforma ahora el Senado?

En la cámara alta, el oficialismo republicano tiene una ajustada mayoría, con 51 a 47 de los demócratas (dos independientes que suelen votar con la minoría), y un mínimo cambio puede devolverle el control del Senado a la oposición, con grandes consecuencias políticas en la aprobación de leyes en los dos años que resta a la Administración Trump.

En el Senado, los demócratas ponen en juego a 26 de las 35 bancas en disputa contra sólo 9 de los republicanos. Según las encuestas previas, la suerte está echada para 24 bancas y la disputa se dirimirá en las nueve restantes de las cuales cinco son demócratas y cuatro son republicanas.



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