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Jorge Argüello: “A Estados Unidos le llevará generaciones cerrar su grieta”

El dos veces embajador argentino en aquel país acaba de publicar un ensayo en el que interpreta la fractura de la sociedad estadounidense. En diálogo con La Voz analizó la puja electoral entre Kamala Harris y Donald Trump.



Jorge Argüello ha sido testigo directo de múltiples acontecimientos trascendentales sucedidos en las últimas décadas en Estados Unidos, donde vivió en su adolescencia como estudiante del Rochester Community High School, en Indiana y luego cuando cumplió funciones diplomáticas. Este abogado cordobés fue embajador de nuestro país ante la Organización de las Naciones Unidas (2007-2011) y estuvo al frente de la Embajada Argentina en Washington en dos ocasiones: en 2011-2012 y en 2020-2024.


Entre los sucesos relevantes que observó como espectador privilegiado en ese lapso se destacan, por caso, el histórico almuerzo que el 9 de enero de 2009 compartieron en la Casa Blanca el entonces presidente George Bush (h), su sucesor en el cargo, Barack Obama (asumiría 11 días después) y los exmandatarios George Herbert Bush, Jimmy Carter y Bill Clinton. La reunión se mostró al mundo como un testimonio acabado del inquebrantable proceso democrático iniciado por George Washington en 1789.


Esa sensación de excepcional robustez institucional se hizo trizas el 6 de enero de 2021 cuando una horda de partidarios de Donald Trump irrumpió de manera violenta en el Capitolio con el propósito de impedir la sesión conjunta de diputados y senadores que debían certificar el triunfo de Joe Biden en las elecciones presidenciales de 2020.


Argüello vivió de cerca ese acto de sedición; se encontraba trabajando en la Avenida Nuevo Hampshire al 1600 de la capital federal estadounidense, domicilio de la Embajada Argentina en aquel país.


Ese conocimiento vivencial de sucesos y protagonistas está reflejado en su libro Las dos almas de Estados Unidos que Clave Intelectual acaba de publicar y en el que el autor aborda la política, la economía y la trama social profunda e interpreta desde allí la abisal “grieta estadounidense” que tiene “correlato ideológico y político, y que se explica en parte “por el impacto de una globalización” en la que la principal potencia de Occidente “jugó un liderazgo determinante”, razona.


En diálogo con La Voz, Argüello analizó la disputa entre Kamala Harris y Donald Trump quienes avanzan tras el sueño presidencial por dos caminos opuestos -señala- “que se fueron bifurcando hasta encontrar su inmediato sentido, casi exclusivamente, en la oposición al otro”. Antagonismo que quedó en evidencia, una vez más, en el debate que animaron la semana pasada la candidata demócrata y el aspirante republicano.


Dos campañas distintas


Desde su perspectiva de observación, Argüello dice que a comienzo de este año, “cuando arrancaron las primarias demócratas y republicanas”, el escenario electoral estadounidense “era incierto”, pero “luego sobrevinieron tres hechos en cascada que lo alteraron” de manera total. Se refiere a la riña televisada entre Joe Biden y Donald Trump en la que el actual mandatario “dio una pésima imagen y puso en crisis” al oficialismo. “Luego el atentado fallido” contra el candidato opositor “que lo catapultó en las encuestas” y, por último, la declinación de la candidatura de Biden y su reemplazo por la actual vicepresidenta. “Ahí terminó una campaña y empezó otra”, afirma el experto. No obstante, el exembajador argentino advierte que en estos momentos “el escenario sigue siendo incierto” y que el final de la puja electoral “será igual o más cerrado que en 2020, cuando hubo que esperar días para conocer el ganador”.


-Trump sigue negando su derrota frente a Biden, su incentivo al asalto al Capitolio y su responsabilidad en la serie de denuncias penales que lo vienen lastrando desde su dramático final como presidente de Estados Unidos.


-Ciertamente, los votantes de Trump se mantienen fieles al expresidente aún después de aquel 6 de enero trágico que atribuyen a Nancy Pelosi y a otros líderes demócratas. Se entiende mejor esa fidelidad si se la interpreta justamente al amparo de esa polarización extrema en la que una verdad más o menos objetiva es la primera víctima de los dos relatos en pugna, como en una guerra. Trump construyó sobre la base de un electorado que se sentía postergado e indignado en el Estados Unidos rural y profundo, víctima de la globalización e ignorado por una dirigencia demócrata que trocó sus antiguas bases trabajadoras por franjas cosmopolitas de grandes urbes de las costas Este y Oeste. Así, con métodos populistas, extremando posiciones conservadoras y nacionalistas, copó en ocho años el Partido Republicano. ¿Por qué cambiar ahora que está a un tris de volver a la Casa Blanca?


Activados y confundidos


Argüello interpreta que la segunda etapa electoral tras la designación de Harris como candidata oficialista, muestra a los demócratas “unidos y activados en sus bases”, mientras que a los republicanos se los ve “un tanto confundidos y hasta decepcionados” con la actuación de su candidato en el debate con la vicepresidenta, “en el que pareció no haber registrado de manera adecuada todo lo que supone la novedad política y mediática de Kamala”.


-¿Qué puede cambiar de aquí al final de la campaña presidencial?


-Hay una agenda principal y estable de temas en debate, como la inflación, la inmigración, el derecho al aborto, el crimen y la suba y baja de impuestos. Pero hay que leer esa lista en el contexto de lo que he dado en llamar “las dos almas de Estados Unidos”. Una fractura inédita de su sociedad, polarizada y fragmentada por diferencias que empalidecen las nuestras en Argentina, porque tienen que ver con valores muy básicos, como la religión, la educación… con una forma de ver la vida, el mundo. Y es una grieta que no quedará saldada en esta elección. Ha llevado generaciones gestarla y llevará generaciones cerrarla.


El magma profundo que soldará la fractura


Jorge Argüello recurre a la profesora de Historia Americana en la Universidad de Harvard, Jill Lepore, para resumir la evolución de la sociedad estadounidense desde su gestación hasta la actualidad. La también historiadora, periodista de la revista The New Yorker y ensayista prolífera “dice que Estados Unidos es un país excepcionalmente nacido de un conjunto de ideas, antes que de un territorio o una dinastía: la igualdad política, los derechos fundamentales y la soberanía popular”, cita el exembajador argentino en Washington. “Pero hoy en día, los estadounidenses se han dividido tanto que ya no están de acuerdo en cuales son o fueron esas ideas”, lamenta. “Lo que sucede impresiona y suena desalentador”, completa su registro sobre las circunstancias reinantes en la mayor potencia de Occidente.


“He sido testigo del asalto al Capitolio, algo que nunca imaginé. Menos aún esperaba que después de eso otro presidente estadounidense fuera víctima de un atentado”; se refiere al intento de asesinato que sufrió Donald Trump el 13 de julio último mientras ofrecía un discurso en un mitin político en Pensilvania.


“Sin embargo, debajo de esa sociedad fracturada, también veo y aprecio un magma más profundo aún que la grieta. Un magma social, intelectual e incluso moral con reservas suficientes para terminar soldando esa fractura”, avizora y manifiesta con tono seguro.


“¿Cuándo ocurrirá?”, se plantea y responde a la consulta de inmediato: “No lo sé”. Y concluye el razonamiento con una certeza esperanzadora: “Estados Unidos es un país que ha probado que es capaz de superar otros desafíos igualmente complejos”.


Las dos almas de Estados Unidos. (Viaje al corazón de una sociedad fracturada). Más información sobre el libro en https://www.lasdosalmas.com.ar/


Publicado el 15/09/2024 por Héctor Brondo en La Voz

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