EL SALVADOR ABRE EL CALENDARIO ELECTORAL LATINOAMERICANO
El Salvador celebrará este domingo 3 de febrero la primera vuelta de unas elecciones generales que podrían dejar fuera del poder a las fuerzas tradicionales de derecha e izquierda que, desde la posguerra civil, se alternaron en el dominio de la escena política del país durante tres décadas (la derechista ARENA y el izquierdista FMLN, en el gobierno), durante las que escaló otro tipo de violencia, la criminal que ejercen las “maras”.
Estos comicios abren el calendario electoral de 2019 en América Latina. Hasta octubre, la región celebrará presidenciales en Panamá, Guatemala, Uruguay, Argentina y Bolivia.
¿Qué se elige este domingo?
Más de 5,2 millones de salvadoreños (5.268.411, según el padrón oficial) podrán acudir este domingo para votar en primera vuelta por un nuevo presidente y su vicepresidente hasta 2024, en la sexta contienda desde la firma de los Acuerdos de Paz de 1992.
De los más de 350 mil salvadoreños residentes en el extranjero que podían ejercer su derecho a voto, sólo unos 5 mil se registraron para hacerlo.
¿Cuándo se define si no hay un ganador?
De no surgir un ganador en primera vuelta, el Tribunal Supremo Electoral salvadoreño programó un ballottage entre los dos candidatos más votados para el 10 de marzo.
Según estimaciones independientes, para imponerse en primera vuelta o pasar a la segunda los candidatos necesitarán reunir este domingo, al menos, 1,3 millones de votos.
¿Quiénes son los candidatos?
HUGO MARTÍNEZ (FRENTE FARABUNDO MARTÍ DE LIBERACIÓN NACIONAL).
El oficialista FMLN, que lleva ocho años en el poder, ahora con la presidencia de Salvador Sánchez Cerén, postula para su sucesión al ex canciller Hugo Martínez, de 52 años, un ingeniero agrónomo que tras la guerra civil lideró las juventudes del Frente, después fue diputado nacional y, desde 2009 hasta 2018, fue jefe de la diplomacia salvadoreña.
Su programa de gobierno tiene seis ejes generales: seguridad, generación de empleo y crecimiento económico, educación, salud, trabajo para los salvadoreños en el exterior y protección del medioambiente. Y tiene dos prioridades: juventud y mujeres.
Pero el FMLN viene de una gran derrota electoral en las elecciones de 2018, cuando consiguió apenas 23 de los 84 escaños de la Asamblea Nacional, controlada por ARENA y sus aliados de derecha, y perdió en la mayoría de las alcaldías, incluida la capital del país.
De los cuatro candidatos presidenciales, Martínez fue el único que se negó a reconocer a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela y, en cambio, sostuvo la necesidad de resolver la crisis del país caribeño con un diálogo nacional.
JUAN CARLOS CALLEJA HAKKER (ALIANZA POR UN NUEVO PAÍS).
La oposición derechista tradicional reunida ahora en la ANP (ARENA y sus aliados Concertación Nacional, Demócrata Cristiano, Democracia Salvadoreña) eligió candidato a presidente a Juan Carlos Calleja Hakker, de 42 años, un empresario cuya familia -que hoy controla la principal cadena de supermercados- se exilió durante la guerra civil en Estados Unidos. Allí, obtuvo un master en administración en la Universidad de Nueva York.
La alianza opositora derechista se aseguró el control de la Asamblea Nacional en las elecciones de 2018 (49 de 84 escaños para ARENA y aliados), pese a la altísima abstención electoral (sólo acudió a las urnas un tercio de los votantes habilitados).
Calleja comparte con el resto de los candidatos insistentes mensajes sobre la necesidad de renovar la política salvadoreña. En su caso, además de un ambicioso plan para descentralizar el poder ejecutivo en favor de los gobiernos municipales, puso énfasis en la transparencia de la gestión.
NAYIB BUKELE ORTEZ (GRAN ALIANZA POR LA UNIDAD NACIONAL).
La sorpresa de estas elecciones puede provenir de un candidato de sólo 37 años, Nayib Bukele Ortez, un joven ex dirigente del FMNL elegido alcalde de la capital San Salvador en 2015 que terminó expulsado del oficialismo en 2017, por disidencias con el gobierno de Sánchez Cerén, y se incorporó a la Gran Alianza por la Unidad Nacional, fundada por disidentes de ARENA.
Bukele llega con las mayores posibilidades de convertirse en presidente, con un discurso apuntado a la juventud y a los votantes desencantados con el gobierno izquierdista, pero de alcanzar la presidencia contará con apenas 11 diputados propios de GANA, de los 84 de la Asamblea Nacional, controlada por las fuerzas tradicionales de derecha.
El candidato se ofrece a liderar una renovación política, levanta como bandera su gestión en la capital, promete luchar contra la corrupción bajo el eslogan “el dinero alcanza cuando nadie lo roba” y eligió como principal rival de campaña al “establishment” político.
JOSÉ ALVARADO (VAMOS).
Es otro empresario y candidato presidencial que se autoproclama centrista, que emigró durante 30 años a Estados Unidos, al igual que Calleja, aunque con muy escasas posibilidades de pasar a segunda vuelta, según las encuestas.
Alvarado pretende erigirse en alternativa a la histórica polarización derecha-izquierda y se declara respetuoso de las libertades individuales y de la empresa privada.
¿Qué dicen las últimas encuestas?
La clave de estas elecciones son los indecisos, que en las últimas semanas superaron largamente el 40% de los consultados, muy por encima de los índices de las mismas encuestas realizadas para dos elecciones anteriores, en 2009 y 2014.
Sin embargo, la novedad es la seria posibilidad de que el disidente izquierdista Bukele Ortez gane en, incluso, en la primera vuelta. La encuestadora TResearch le atribuyó en su último sondeo un triunfo por más del 56% de los votos, contra 31% de Calleja y 10% de Martínez.
¿En qué contexto socioeconómico votan los salvadoreños?
Según las últimas proyecciones del Banco Mundial (oct/2018), la economía de El Salvador creció en 2018 un 2,8% (igual al promedio de toda América Central), después de superar varios años de sequías que afectaron la actividad, aunque en 2019 esa recuperación puede perder fuerza (hasta 2,5%).
Hasta mediados de 2016, según los últimos censos oficiales, más de un tercio de la población salvadoreña (34%, o 2,5 millones de personas) vivía en la pobreza, que se combina con un desempleo formal de 7%.
Dos tercios de desempleados viven en áreas urbanas y el 40% son jóvenes de menos de 24 años y el 44,4% de los hogares viven en condiciones de hacinamiento (61,4% en el área rural), de acuerdo con las mismas estadísticas.
Sin embargo, el contexto social está dominado hace mucho tiempo por la actividad criminal de las “maras”, grupos delictivos dedicados al tráfico de drogas ilegales, secuestros, robos y extorsión, que se originaron entre inmigrantes en Estados Unidos.
Según cifras de la Policía Nacional Civil (PNC), en 2017, citadas por le medio local El Faro, el país tiene en actividad casi 65 mil “mareros” (un 1% de la población salvadoreña), de los cuales hay más de 21 mil en prisión. Las principales son la Mara Salvatrucha MS-13 y Barrio 18.