GUIÑO POR EL SAHARA
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Una resolución de la ONU, apoyada por EEUU y otras potencias occidentales, hizo un guiño histórico a la pretensión de Marruecos de asegurar su soberanía sobre el Sahara Occidental, sin negar el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui en la región antes española, que espera ser descolonizada hace siete décadas.
El Consejo de Seguridad de la ONU dio un espaldarazo a la reivindicación marroquí sobre el Sáhara Occidental, en una resolución liderada por Estados Unidos que marca un cambio significativo en la respuesta internacional sobre ese territorio pendiente de descolonización y reivindicado como propio por el pueblo saharaui.
Marruecos, desafiado también por la vecina Argelia, que respalda el derecho a la autodeterminación saharaui, recibió en Naciones Unidas el mayor apoyo a sus pretensiones sobre el territorio de 266 mil km2 desde el reconocimiento de soberanía que hizo Estados Unidos en 2020, en la primera Administración Trump.
El Consejo de Seguridad (por 11 votos a 0 y 3 abstenciones) renovó por un año su misión en el Sáhara Occidental, la Minurso, pero tomando como base el plan (2007) de “autonomía auténtica” de Marruecos para la región, que descarta el referéndum de autodeterminación que reclaman sus pueblos originarios, los saharauis.
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Frente al bloque liderado por Estados Unidos, y esta vez secundado por Francia, Reino Unido y, sobre todo, la España que gobierna el socialista Pedro Sánchez, se abstuvieron -sin votar en contra- Rusia, China y Pakistán. Argelia, que refugia a los saharauis y es aliada del Frente Polisario que los representa, se ausentó.
Contra la opción de total independencia de la región, Marruecos propone solamente delegar a los saharauis algunas competencias de una futura autonomía. Ahora, por primera vez, el Consejo de Seguridad de la ONU concluye que "una autonomía genuina bajo soberanía marroquí podría constituir la solución más factible".
Marruecos ya controla el 80% del territorio, registrado en la ONU como “autónomo” desde 1965, pero el Frente Polisario lo hace en las zonas más pobres y desérticas. Una línea de 2.700 kilómetros, con más de 150.000 soldados marroquíes, separan a ambas partes con alambradas, baterías de cañones y campos de minas.
"Estados Unidos acoge con satisfacción la histórica votación de hoy, que aprovecha este momento único y aprovecha el impulso para lograr una paz en el Sáhara Occidental que debería haberse alcanzado hace mucho tiempo", dijo Mike Waltz, embajador de Estados Unidos ante la ONU.
El rey de Marruecos, Mohamed VI, convocó enseguida a “nuestros hermanos de Tinduf (los refugiados saharauis en Argelia, ndr) a aprovechar esta oportunidad histórica (...) que ofrece la iniciativa de la autonomía para reencontrarse con los suyos”, e invitó al diálogo a Argelia. Este noviembre se cumplen, justamente, 50 años de la “Marcha Verde” marroquí sobre el Sahara Occidental.
El representante argelino, Amar Bendjama, concluyó que la resolución “no refleja de manera fidedigna la doctrina de Naciones Unidas en materia de descolonización" y el Frente Polisario rechazó participar en negociaciones basadas en "propuestas" que "legitimen" la "ocupación marroquí" del Sáhara Occidental desde 1971, ante el retiro de España, les "prive" del derecho a la autodeterminación".
Bereberes y españoles

Extendido a lo largo de mil kilómetros del Atlántico y en gran parte inhóspito (medio millón de hab.), el Sahara Occidental limita con Marruecos al norte, Argelia al este y Mauritania al sur y sudeste, y además de su valor geopolítico tiene otro económico: grandes reservas de fosfato y uno de los bancos pesqueros más ricos del mundo.
Asiento de tribus bereberes, fue colonizado por España en 1884, convertido en una de sus provincias en 1934, el Sahara español, y objeto del proceso descolonizador universal desde 1965. Marruecos (independizado en 1959) y Mauritania seguían reclamando su soberanía y en 1973 se sumó el Frente Polisario saharaui.
En 1974, en plena transición de la dictadura franquista a una democracia monárquica, España propuso darle más autonomía a los saharauis y organizar un referéndum de independencia, pero se retiró un año después sin hacerlo y dejó el camino allanado a la anexión por Marruecos. Cuando moría Francisco Franco, en noviembre de 1975, unos 350.000 marroquíes cruzaron la frontera en la llamada Marcha Verde para presionar por la reivindicación de su propio reino.
El Frente Polisario respondió con una lucha guerrillera contra las fuerzas marroquíes que duró una década y media en la que los saharauis se constituyeron desde 1976 en la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), con el apoyo de Argelia.
En 1991, una tregua negociada por la ONU puso fin al conflicto armado (Mauritania abandonó sus pretensiones), creó la misión de paz Minurso y abrió la puerta a un referéndum sobre el estatus del Sahara Occidental que nunca se organizó. Desde entonces, se explora la alternativa de soberanía marroquí con autonomía saharaui.
Ahora, según el plan marroquí que respalda Estados Unidos y por primera vez Francia y España, una "región autónoma del Sáhara" tendría competencias administrativas, jurídicas y judiciales propias, así como facultades en el ámbito económico, tributario, de infraestructuras, cultural y social. Los saharauis también podrían celebrar elecciones legislativas y organizar un Gobierno con sus instituciones, “fuera de cualquier discriminación o exclusión”, pero el resto de los poderes relacionados con la defensa, las relaciones exteriores, la moneda, la bandera y religión quedarían en manos de Rabat.
Actualmente, el Sahara Occidental forma parte esencial de la política exterior que Marruecos se da no sólo hacia Argelia, o incluso España y sus fuertes relaciones económicas que los estrechan, sino hacia el resto de África.
¿Qué dice el derecho?

El derecho a la autodeterminación de los pueblos constituye una norma fundamental del derecho internacional contemporáneo, según el Artículo 1 de la Carta de las Naciones Unidas y el Artículo 1 de los Pactos Internacionales de Derechos Civiles y Políticos y de Derechos Económicos, sociales y culturales.
El 14 de diciembre de 1960, la Asamblea General de la ONU adoptó la Resolución 1514 (XV), o “Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales", un hito en el proceso de descolonización.
La ONU proclamó “la necesidad de poner fin, rápida e incondicionalmente, al colonialismo en todas sus formas y manifestaciones”, y consagró los dos principios fundamentales que debían guiar el proceso de descolonización: el de libre determinación y el de integridad territorial.
Sin embargo, dejó en claro que “todo intento encaminado a quebrar total o parcialmente la unidad nacional y la integridad territorial de un país es incompatible con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas”, y estableció que donde estuviera en riesgo la integridad territorial de los Estados no debía recurrirse a la aplicación de la libre determinación.
Ahora bien, la Opinión Consultiva de la Corte Internacional de Justicia sobre el Sáhara Occidental de 16 de octubre de 1975 constituye el fundamento jurídico más importante para entender el conflicto. La Corte determinó que no existían vínculos de soberanía territorial entre Marruecos y el territorio del Sáhara Occidental que pudieran afectar la aplicación de la Resolución 1514 (XV).
Taxativamente, la Corte estableció que incluso en presencia de vínculos históricos, el derecho a la autodeterminación debe ejercerse mediante consulta popular «mediante la expresión libre y genuina de la voluntad de los pueblos del territorio».
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea desarrolló después jurisprudencia clave. Una sentencia del 21 de diciembre de 2016 en el caso “Consejo c. Frente Polisario” estableció que el Sáhara Occidental es “distinto y separado” de Marruecos.
En 2024, el TJUE consideró ilegales los acuerdos UE-Marruecos, por falta de consentimiento de los saharauis y de “su soberanía sobre sus recursos naturales”.
Hasta ahora más de 120 países respaldan el plan de autonomía de Marruecos y una treintena de Estados abrieron consulados en el Sáhara Occidental reconociendo la soberanía marroquí. Pero también 84 países, en su mayoría africanos, reconocen a la República Árabe Saharaui Democrática, proclamada de forma unilateral.



