Este 1 de mayo, el príncipe heredero Naruhito se convertirá en el nuevo emperador de Japón, lo que según la tradición hará entrar a la nación en una nueva era: Reiwa. Y el emperador saliente, Akihito, se convertirá en el primero en dejar ceder el cargo en más de dos siglos.
¿Qué significan las eras en Japón?
Desde 1868, año que marca el comienzo de la era “moderna” del Japón por la Renovación Meiji, se estableció el cambio de era con el ascenso de un nuevo monarca. La denominación de la era siempre fue tomada de antiguos textos y representa las aspiraciones para la etapa que se inicia. Culturalmente es muy importante porque, además del calendario gregoriano desde 1873, Japón siempre siguió rigiéndose por este propio.
¿Qué era se termina?
La era que concluye es la Heisei, del emperador Akihito -quien visitó la Argentina dos veces, primero como príncipe (1967) y luego ya como emperador (1998)-. Akihito asumió en 1989 con la muerte de su padre, bajo una era de “realización de la paz”, como su nombre lo indica. En estos 30 años, Tokio no se involucró en conflictos bélicos, pero estuvo marcado por crisis económicas (desde 1997), catástrofes naturales (terremotos y tsunamis), el desastre nuclear de Fukushima en 2011, ) y problemas sociales (entre adultos mayores y jóvenes con depresión).
El fin de la era Heisei llega por razones de salud: inusualmente, Akihito traspasará en vida el trono a su hijo. Así el emperador y su esposa la emperatriz Michiko dejarán el trono formalmente el 1 de mayo, en el marco de la Semana Dorada de feriados japoneses.
¿Cuál será la nueva era?
La nueva era encabezada por Naruhito se llamará Reiwa. El término, escogido entre especialistas e investigadores además de la casa real, surge de la combinación de dos caracteres: “orden” y “armonía”. Reiwa se inspira en la antología más antigua de poemas japoneses (denominados waka), la Manyoshu, que fuera compilada en el siglo VIII. Es la primera vez que una era no se extrae de textos clásicos chinos, sino locales. Además, el texto es la Canción del Ciruelo, árbol emblemático del Japón. Con tiempo, todas las agencias del Estado y las compañías japonesas se pudieron preparar para la transición.
¿Qué cambios ha experimentado Japón desde la II Guerra Mundial?
Que la nueva era Reiwa se inspire en un texto japonés por primera vez no es casual. Durante los últimos años, el país ha mostrado de manera creciente un nuevo espíritu nacionalista, contenido desde la derrota en la II Guerra Mundial. La dependencia militar y económica japonesa de Estados Unidos marcó décadas de la historia de esta potencia asiática.
Sin embargo, hoy la población japonesa goza de altos niveles de vida y la economía está a la vanguardia global en muchos sectores estratégicos. Además, la política de pacifismo y cooperación de Japón de los últimos 70 años le han dotado de un alto prestigio internacional.
¿Quién gobierna Japón?
El extenso gobierno del primer ministro Shinzo Abe (2012) ha encarnado un nuevo espíritu japonés, mucho más nacionalista en el frente interno y firme hacia el exterior. Para Abe, Japón debe ser reconocido como un gran jugador global -será sede del G20 este año- y dejar sus actitudes penitentes por su pasado imperial. Al conocerse oficialmente la era Reiwa, Abe dijo que quería “ver florecer orgullosamente a Japón como flores de ciruelo, que se abren luego de un invierno duro para indicar la llegada de la primavera”.
¿Cómo marcha la economía local?
La nueva política económica, conocida como Abenomics, combinó mayor intervención estatal en la economía con políticas monetaristas. Se procuró aumentar el consumo y reformar estructuralmente a una economía que durante dos décadas no podía salir del estancamiento. Japón planea así defender su puesto como tercera economía global, de 4600 mil millones de dólares en 2018.
Los resultados han sido mixtos: por un lado, desde 2011 Japón tuvo siete años de crecimiento sostenido, dejando atrás malos años como 2008 con la crisis global o 2011 con Fukushima. El desempleo bajó a 2,7%, la menor cifra desde el fin del “milagro japonés” hace un cuarto de siglo, y los problemas de deflación han cesado en gran medida. Por el otro, persiste un rezago de las economías regionales de Japón y la desigualdad ha crecido y la competitividad general de las compañías japonesas ha registrado bajas. Además, las políticas comerciales de Trump y la retirada de Estados Unidos del Acuerdo Transpacífico (TPP) han ido en contra de la recuperación japonesa. En síntesis, parece que las Abenomics tienen un sólido mérito en devolverle planificación, consistencia e impulso decisivo a la economía japonesa luego de mucho tiempo, aunque todavía la pregunta acerca de cómo Japón enfrentará los cambios en el mercado internacional se encuentra abierta.
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