El 11 de abril de 1919, hace 100 años, se creaba la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el organismo especializado dentro del Sistema de Naciones Unidas más antiguo, incluso previo a la misma ONU, y que se encarga de cuestiones relativas al mundo del trabajo y las relaciones laborales.
¿En qué contexto surgió?
En los acuerdos de posguerra ya encontramos las bases de la OIT. Como antecedentes importantes, encontramos a Asociación Internacional para la Legislación Laboral y diversas prácticas de la Segunda Internacional del movimiento obrero inspirada por el socialismo.
¿Quiénes son sus miembros?
La OIT cuenta con 187 Estados miembros. Cualquier aspirante debe que sea miembro de Naciones Unidas puede informar que adscribe a la carta constitutiva de la organización. Hay miembros de la ONU que no lo son de la OIT, desde Andorra y Mónaco hasta Bután y Corea del Norte.
¿Cómo funciona la OIT?
Se implementó un esquema tripartito: la interacción entre los gobiernos, sindicatos y empleadores. La Conferencia Internacional del Trabajo se reúne cada junio y su sede está en Ginebra. Las iniciativas surgen de su Consejo de Administración -de 56 miembros, la mitad son de gobiernos y la otra mitad se reparte en partes iguales entre sindicatos y empleadores-. Como portavoz tiene un Director General: todos los 10 hasta la fecha han sido de Europa Occidental y Estados Unidos, a excepción del anterior Juan Somavía, de Chile.
¿Cuál fue su importancia histórica?
Con el fin de la I Guerra Mundial y ante la reciente Revolución Rusa, la identidad de clase se extendía en el mundo industrializado. La OIT sirvió de contención y conciliación con el movimiento obrero internacional, sobre todo en los años de la Gran Depresión.
Luego de la Segunda Guerra Mundial fue fundamental en las concepciones de los llamados Estados de Bienestar en todo el mundo y aliado importante de las libertades de asociación, influyendo incluso en países comunistas -como por ejemplo en el caso polaco-.
¿Qué etapa atraviesa ahora?
Desde el fin de la Guerra Fría, la OIT actúa en contra del deterioro de las condiciones laborales de los trabajadores a nivel global producto de las asimetrías de la globalización. En la actualidad se concentra sobre los desafíos que supone la Cuarta Revolución Industrial para el futuro del trabajo.
¿Qué son los ocho convenios fundamentales?
A pesar de que no puede imponer sanciones sobre sus miembros, los convenios que sanciona la OIT tienen un alto impacto en el mundo laboral de los países. Los ocho documentos parteaguas han sido sobre el trabajo forzoso (1930), la libertad sindical (1948), el derecho de sindicación y de negociación colectiva (1949), igualdad de remuneración (1951), abolición del trabajo forzoso (1957), discriminación en el empleo y la ocupación (1958), edad mínima (1973), formas de trabajo infantil (1999). Se reconocen como importantes también el de los derechos indígenas (1989) y de los trabajadores domésticos (2011).
¿Qué son las Siete Iniciativas Centenarias?
En el marco de su centenario, la OIT implementó un paquete de actividades para sostener las iniciativas en pos de la justicia social en el siglo XXI. Estas son sobre: el futuro del trabajo, la lucha contra la pobreza, las mujeres en el trabajo, el desarrollo sostenible, mejores estándares internacionales, sustentabilidad empresarial y la reforma de la OIT.
¿De qué trata la reforma de la OIT?
La Declaración de la OIT sobre la Justicia Social para una Globalización Equitativa, de 2008, reafirmó los valores constitutivos de la organización y puso en marcha un camino de reformas de su estructura y funcionamiento que le den eficacia y visibilidad.
Estos cambios apuntan a generar un marco institucional coherente, mejorar el mecanismo para fijar la agenda de trabajo, aumentar la transparencia de la organización, y optimizar la documentación y el manejo del tiempo.
¿Qué desafíos enfrenta el mundo laboral hoy?
A nivel mundial la situación precaria del trabajo ha sido advertida en forma sostenida por la OIT. Según sus propios datos, el desempleo alcanza a 200 millones de personas y se espera que en el futuro esta cifra aumente, a pesar de la aparente mejora en la economía global.
La OIT ha concentrado su trabajo reciente en combatir los discursos de gobiernos que afirman que altas tasas de desempleo son inevitables y que no se pueden lograr mejores resultados. En este sentido, la OIT se suma a los esfuerzos de Naciones Unidas en pos del pleno empleo, tal como indican los Objetivos del Desarrollo Sostenible.