top of page

Bernardette Segol: "Hay que mantener el modelo de protección social"


EXTRACTO DEL DIÁLOGO ENTRE JORGE ARGÜELLO Y BERNARDETTE SEGOL Secretaria general de la Confederación Europea de Sindicatos (CES)

 

Jorge Argüello: ¿Cuál es la lectura que hacen las fuerzas sindicales sobre las causas de esta crisis? Bernardette Segol: El exceso de crédito ha creado la burbuja que explotó. El proceso era conocido por el Banco Central Europeo, ellos lo sabían y los alemanes estaban felices de exportar a montones a los países como Grecia o España, mientras implementaban domésticamente una política de reducción de los salarios.

—Los ajustes que impone la ideología neoliberal dominante amenazan el modelo social que caracterizaba a Europa. Bernardette Segol: Nosotros estamos en las antípodas de la concepción que se desarrolló con la señora Margaret Thatcher en el Reino Unido. No necesitábamos entonces, ni necesitamos ahora sociedades desreguladas en donde el individuo sea más importante que la comunidad. Esto es algo que se ha venido desarrollando en Europa en los últimos 30, 35 años, es la filosofía neoliberal que no se preocupa por los temas colectivos sino por los desarrollos individuales, que considera la negociación colectiva que impulsan las organizaciones sindicales como un obstáculo en lugar de una herramienta positiva. La idea de que las regulaciones impugnan la libertad individual, la idea que el gobierno solo debe ocuparse de muy pocos asuntos. Esta ideología se ha desarrollado a lo largo de los años en Europa y ahora hay gente que piensa que no hay otro modo de organización social. Para ellos, si eres eficiente, alcanzarás el éxito, si no lo eres… lo lamento”.

—La crisis ha servido de excusa para imponer fuertes ajustes y reformas que alcanzaron los convenios colectivos de trabajo nacionales. Bernardette Segol: Es una cuestión de naturaleza ideológica. Cuando decimos que la austeridad no está funcionando, nos responden que sí, que está dando resultados. ¡Cómo puede alguien afirmar eso cuando tenemos entre 26 y 27 millones de desocupados, cuando en Alemania hay 7 millones de personas con trabajos precarios que tienen que recurrir a la seguridad social para sobrevivir, cuando el nivel de pobreza en Alemania es del orden del 15%, en un país como Alemania! Consideran que la desocupación y el trabajo precario son una suerte de infeliz pero necesaria condición para salir de la crisis. Pero, ¿qué clase de sociedad queremos? Esta es la pregunta que debemos formularnos, no sólo cuál es el modelo posible, sino el deseable. Si seguimos el camino de desarmar el modelo social europeo, la consecuencia será que la gente más apta triunfará y los pobres fracasarán. No defiendo esos valores.

–¿Cómo resumiría el abordaje que necesita esta crisis? Bernardette Segol: Hemos propuesto un contrato social. Si para la gente Europa es solo austeridad o solo libre comercio, eso no es bueno. Los ciudadanos tienen que sentir que hay algo para ellos en esto. Europa tiene que proteger la gente. No le temo a la palabra proteger. Si Europa significa competir en la baja de los salarios o en la baja de condiciones de trabajo, la gente lo rechazará. La señal emitida por las elecciones europeas es clara en ese sentido.


* Bernardette Ségol (Luzech, Francia, 1949). Esta sindicalista francesa y Master en Filosofía de la Universidad de Toulouse, con cuatro décadas de activismo gremial, se inició militando en la Federación Internacional de Trabajadores Textiles. En 2011, fue elegida secretaria general de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), en cuya sede central, en la ciudad de Bruselas, me recibió para conversar sobre este trabajo. Es la primera mujer electa como secretaria general de la CES, una organización que cuenta con más de 60 millones de afiliados. Aboga por el diálogo social, por los comités sindicales europeos de empresas y por el control y la regulación de los sistemas financieros. De apariencia frágil, he visto marchar a esta mujer por las calles de Bruselas, al frente de decenas de miles de trabajadores de toda Europa, reclamando el cese de las políticas de austeridad implementadas por la Troika. “Mi padre fue prisionero de guerra de los alemanes y fue él quien sembró en mí la conciencia de que –para superar la guerra- no hay otro modo que la cooperación”, me dice con énfasis cuando abordamos –en Bruselas- la cuestión de las asimetrías crecientes entre los países de la UE.


bottom of page