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Enrique Iglesias: "El euro fue un instrumento mal parido"


ENRIQUE IGLESIAS EN DIÁLOGO CON JORGE ARGÜELLO

 

Jorge Argüello: ¿Cómo evalúa el proceso de creación y funcionamiento del euro, a la luz de esta crisis?

Enrique Iglesias: El euro es un producto de las cancillerías y no de los ministerios de Economía, y eso marcó el carácter esencial de la moneda única. Fue una decisión política que llevó a Alemania a aceptar el euro “contra cour”, aunque para eso logró la aceptación europea de la reu­nificación de las dos Alemania. El precio a pagar por Alemania fue la aceptación de la moneda única, que a Alemania nunca le gustó, y sigue sin gustarle. Ellos tenían su marco y renunciaron a él por un objetivo muy pedestre.

—O sea, su origen mismo estuvo condicionado.

E.I.: El euro fue un instrumento mal parido. Fue gestado con fuerte dominio de los objetivos políticos y poca profundidad en las con­dicionantes económicas con las cuales eso puede operar bien. Les faltó preocuparse por los equilibrios fiscales, le faltó tener un Banco Central prestamista de última instancia.

En el fondo, Alemania no asumió el liderazgo abierto y solidario que se supone debió haber jugado la potencia máxima de Europa. Alemania sí impuso un sistema: el ajuste por austeridad. Y esto es lo que está en juego ahora. Es la primera vez que Estados Unidos se aleja de Alemania: uno es keynesiano, el otro es ortodoxo. El norte de Europa es ortodoxo y el sur es vocacionalmente keynesiano. Eso, de alguna manera, paralizó la acción posible de la moneda como un factor de estímulo.

—Ahora, la respuesta básica parecen ser las llamadas políticas de austeridad.

E.I.: Yo comparo esto con nuestros ajustes. Pero nosotros tenía­mos un instrumento, una anestesia especial que se llama devaluación. Los ajustes de América Latina eran con anestesia. Se devaluaba y la devalua­ción distribuía el costo entre todo el mundo y la gente no se daba cuenta, pero teníamos además una política de reducción de la deuda. Nosotros, en la última etapa de los 90 tuvimos claro que a la deuda había que reducirla.

—¿Cómo cree que impacta en la relación con América Latina?

E.I.: Europa ha ido perdiendo interés en América Latina. Para nosotros, el Tratado de Roma de 1957 fue como un punto de partida también para la región. En 1959, Raúl Prebisch logra el Tratado de Montevi­deo que crea la ALALC (Asociación Latinoamericana de Libre Comercio) a los dos años. Eso fue bueno y fue malo. Fue bueno porque inició el pro­ceso de integración y fue malo porque nos decidimos a imitar a Europa, y Europa era otra cosa…

En general, veo un retroceso del multilateralismo y un Estados Unidos que podrá ponerse de acuerdo con Europa. El problema lo tenemos no­sotros en el Sur: se acomodan en el Norte, se acomodan en el Pacifico… y nosotros, ¿con quién nos quedamos? ¿Solos con África?


* Enrique Iglesias (Asturias, 1934). Ex Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Me recibió en su despacho de la Secretaría General Iberoamericana, en Madrid, cargo que ocupó entre 2005 y 2014. Antes fue secretario general del Banco Interamericano de Desarrollo (1998-2005), can­ciller de la República Oriental del Uruguay (1985-1988) y secretario ejecutivo de la CEPAL (1972-1985). Conversamos largamente sobre el presente y el futuro del multilateralismo.


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